Caminamos en corrientes circulares, de espaldas a la iglesia hasta que en una posición dominante nos giramos y apreciamos todo su lienzo; así el diálogo que a través de siglos ha tenido con la torre pasa al canal visible puesto que en ningún momento dejamos de observar esa atracción.
la alfombra que circunda la torre se construye de piezas de clinker rojo que ayudan a subir y bajar, a plegar y a reverenciarse cuando en nuestro paseo lo demande el imponente patrimonio.
Corazón verde, oloroso, seductor, preciso, respira en el trazado conector entre el Ayuntamiento y la torre, deslizándose entre las líneas trazadas en el pavimento desde la calahorra, lineas verdes, rojas, lineas de luz.